Departamento del Espíritu de Profecía
La estatura de Elena White en la Iglesia Adventista resulta significativa. Creemos que tuvo el don profético. Influyó y aún influye en el presente en la vida de la iglesia. ¿Cuál fue la naturaleza de su contribución al desarrollo de la doctrina adventista? Algunos afirman que ella es la fuente doctrinal.
Las doctrinas adventistas han sido resumidas en 28 creencias fundamentales. Algunas son comunes a otras denominaciones cristianas: la doctrina de Dios, la creación, el pecado y la salvación. Sin embargo, también poseemos creencias únicas que nos distinguen de otras denominaciones. Entre ellas, la del milenio posterior al regreso de Cristo, el sábado como día de reposo, el ministerio de Cristo en el santuario celestial, el juicio investigador y la inmortalidad condicional del alma. Para descubrir la contribución de Elena White, nos enfocaremos especialmente en estas últimas.
Fuentes de las doctrinas
En el desarrollo de las doctrinas cristianas en general, es posible detectar influencias directas e indirectas. En nuestra búsqueda, puede resultarnos de ayuda analizar la contribución de Elena White desde estas dos perspectivas. ¿Contribuyó en forma directa a las doctrinas adventistas distintivas?
Podría resultar sorpresivo que a pesar de su estatus profético, Elena White no tuvo demasiada influencia directa sobre el desarrollo de nuestras creencias. Por ejemplo, la doctrina del sábado nos llegó por medio de la influencia de los bautistas del séptimo día. Por su parte, la doctrina de la inmortalidad condicional provino principalmente de George Storrs, miembro del movimiento millerita. La doctrina del santuario, el juicio investigador y la significación de la observación del sábado para el tiempo del fin, nos llegan como legado de O. Crosier y J. Bates. El movimiento millerita hablaba inclusive de los mensajes de los tres ángeles. ¿Significa esto que Elena White no tuvo ninguna influencia en el desarrollo de las doctrinas adventistas? Para nada; su influencia puede ser hallada en forma indirecta.
Pioneros de la fe
Como regla general, los pioneros adventistas llegaron a desarrollar las doctrinas distintivas por medio de un intenso estudio de la Biblia. Entre 1848 y 1850 se llevaron a cabo unas 23 conferencias bíblicas, donde se forjaron nuestras creencias únicas. En estas conferencias los pioneros se reunían a estudiar y orar, a veces durante toda la noche. Elena White dijo que durante algunos años no pudo entender el razonamiento de los “hermanos” y el significado de las porciones de las Escrituras que estaban estudiando. “Estuve en este estado –escribió– hasta que todos los puntos principales de nuestra fe se hicieron claros, en armonía con la Palabra de Dios”.1 Aparentemente Dios no quería que su pueblo pasara por alto el estudio serio de la Biblia dependiendo tan solo de las visiones de la Sra. White. Su influencia en cambio fue de manera indirecta.
Claridad y confirmación
Una manera indirecta pero importante en que Elena White influyó en el desarrollo doctrinal estuvo dada por las visiones que confirmaron las conclusiones a las que se había llegado por el estudio de la Biblia. Este fenómeno se produjo una y otra vez durante las conferencias bíblicas ya mencionadas. Pero al menos en una ocasión, una visión ayudó a resolver una diferencia de opinión sobre una naciente doctrina. El conflicto tenía que ver con la observancia del sábado. Algunos decían que el sábado iba de la medianoche del viernes a la salida del sol del sábado, otros desde las 18:00 horas del viernes, y otros a partir de la puesta de sol.
Se le pidió a J. N. Andrews que estudiara el tema y presentara un informe en Battle Creek en noviembre de 1855. Andrews llegó a la conclusión que el sábado comenzaba a la puesta del sol del viernes. Aun después de esto, Elena White y Bates siguieron apoyando la postura de las 18:00, pero días después se corrigieron gracias a una visión.
Una guía segura
En una época cuando los credos eran de suma importancia para las iglesias, Elena White jugó un papel decisivo al instar a la iglesia a que considerara la Biblia como la única fuente de fe y práctica. Se mantuvo firme en el principio “La Biblia y la Biblia sola, como piedra de toque de todas las doctrinas y la base de todas las reformas”.2 Este compromiso con la supremacía de las Escrituras que estuvo omnipresente en el pensamiento de los pioneros, continúa siendo enfatizado por el pensamiento adventista contemporáneo.
La mayoría de los sistemas de doctrina poseen consistencia interna porque, de manera consciente o inconsciente, el conjunto doctrinal posee un centro que los une. Un resultado clave de la visión que recibió Elena White en 1858 sobre el gran conflicto dio a los adventistas una perspectiva de pensamiento que otorgó coherencia y significado a sus doctrinas. Por supuesto, Elena White no fue la primera en hablar de la idea de un conflicto cósmico entre el bien y el mal. Pero su nuevo enfoque fue colocar la ley de Dios y el sábado en el centro del conflicto. No deberíamos minimizar la relación del concepto del gran conflicto en el desarrollo de las doctrinas adventistas, ya que aclaró textos bíblicos al mostrar perspectivas que de otra manera se hubieran pasado por alto. Esta idea otorga a la iglesia una filosofía de la historia y explica el indeclinable compromiso de la iglesia con la ley de Dios y las doctrinas relacionadas con esta, a lo largo de la historia.
El don de la gracia
Desde sus comienzos, los adventistas han estado enfocados en la misión, al predicar un mensaje que invita a las personas a regresar a las verdades bíblicas descuidadas, incluyendo la ley de Dios. Esto ha hecho que algunos enfaticen sobremanera la ley y la “verdad” para descuidar en cambio la gracia de Cristo. Ante los que decían que “no debería buscarse y enfatizarse tanto la justificación de Cristo, sino predicar la ley”, Elena White expresó: “Como pueblo, hemos predicado la ley hasta que estamos tan secos como las colinas de Gilboa, sin rocío ni lluvia”. Debemos predicar a Cristo en la ley, y entonces habrá savia y nutrición en la predicación que será como alimento para la hambrienta grey de Dios”.3 Los consejos de Elena White han evitado una postura legalista en las declaraciones públicas de la iglesia.
Como adventistas tenemos gran estima por el don profético de Elena White. Sin embargo, ni Dios ni los pioneros creyeron necesario desarrollar doctrinas directamente a partir de sus escritos o dirección personal. Las doctrinas son el resultado del intenso estudio de la Biblia.
1 The Early Hieras, p. 145.
2 El conflicto de los siglos, p. 653.
3 Ellen G. White 1888 Materials, p. 560.