El inicio del Ministerio de la Mujer

Los inicios del Ministerio de la Mujer se pueden rastrear tan temprano como el 30 de marzo de 1898, cuando la Asociación General otorgó a Sarepta Mirenda Irish Henry una licencia ministerial como un voto de confianza en su trabajo en el “Ministerio de la Mujer”.   Escribiendo desde Australia en l898, Elena G. de White apoya el trabajo de la Señora Henry. Y en 1899, una columna semanal es publicada en la Review and Herald titulada “El trabajo Evangélico de la Mujer”. La columna semanal terminó con la muerte de la señora Henry en 1900.

En 1874, S. M. I. Henry unió sus fuerzas con la recientemente formada Unión de Temperancia de la Mujer Cristiana, la organización de mujeres más grande en el mundo. Haciendo campañas contra el alcohol y determinada a ayudar a familias en crisis, esta organización auspició programas de temperancia, mejores escuelas, mejoró la nutrición y estableció jardines de niños. De 1879 a 1898 S. M. I. Henry llegó a ser una evangelista nacional, predicando y organizando para la Unión de Temperancia de la Mujer Cristiana. A través de su predicación cientos aceptaron a Cristo y su estilo de vida fue transformado. El 30 de marzo de l898, “algunos subrayaron que según su juicio ella debería recibir una licencia ministerial, la cual le conservaría en su línea de trabajo. Propuesta que le permitió tal reconocimiento de parte de la Asociación General”. Desafortunadamente, la Sra. Henry falleció dos años más tarde, el 16 de enero de 1900.

Previo a la pauta propuesta en sus tempranos inicios del Ministerio de la Mujer de la Sra. Henry, las mujeres ministraron intensamente y tuvieron un impacto significativo en los inicios de la Iglesia Adventista de 7̊ Día. En junio de 1869, Mary Haskell abrió su hogar en el Sur de Lancaster, Massachussetts, a un pequeño grupo de mujeres los miércoles de tarde con el propósito e intento de oraciones intercesoras. Las mujeres al principio oraron por sus hijos, la iglesia, los miembros y luego por los vecinos no adventistas. Esto condujo a una estrategia de acción. Ellos dividieron el vecindario y comenzaron a visitar a los enfermos, a alegrar a la gente solitaria y distribuir folletos gratuitos. Escribían cartas y enviaban panfletos a personas necesitadas en diferentes países.  El grupo llegó a ser La Sociedad Vigilante Misionera. Tenía un alcance efectivo creando las raíces para el actual Departamento de Publicaciones y el Departamento del Hogar Misionero el cual más tarde llegó a ser Los Ministerios Personales.

La Sra. Henry Gardner estableció un ministerio de oración en Battle Creek, Michigan, el cual condujo a la formación de Dorcas y la Asociación de Benevolencia en octubre de 1874. Las mujeres se reunían a cocer, remendar ropas, distribuir alimentos y se involucraron en un cuidado que alcanzaba a viudas, huérfanos, y enfermos. Hoy en día este ministerio de cuidado impacta a miles de vidas mundialmente, bajo los auspicios de Servicios a la Comunidad.

El 6 de enero de 1900, las primeras diaconisas adventistas fueron ordenadas por W. C.  White, en Australia. No hubo registro impreso del Ministerio de la Mujer de 1900 a 1970. Este período es algunas veces llamado “los años silenciosos”.  Una comisión  formada en respuesta a las inquietudes de las mujeres fue La Comisión del Papel de la Mujer en la Iglesia el cual se reunió por primera vez en septiembre de l973 en el Campamento Mohaven, Ohio.

Debido al enfoque de la actividades del Ministerio de la Mujer, la Comisión de las Mujeres de la División Norteamericana solicitó un cambio de nombre. En marzo de 1991 llegó a ser el Ministerio de la Mujer.

La Asociación General en New Orleans, en julio de 1985,  votó a urgir que esa “acción afirmativa” para la participación de las mujeres en el trabajo de la iglesia fuera un plan prioritario con liderazgo en la iglesia y que se requiriera a los líderes  usar su influencia ejecutiva para exponer ante las mujeres todos los aspectos del ministerio en la iglesia que no requiriera ordenación. Esto condujo a la Junta de la Asociación General a establecer una Comisión Consultiva para el Ministerio de la Mujer el 15 de Octubre de 1985. La Junta nombró a Betty Holbrook como directora y más tarde Karen Flowers fue nombrada Directora de la Comisión Consultiva del Ministerio de la Mujer de la Asociación General en abril de 1988. El consejo adoptó una declaración de misión del Ministerio de la Mujer en agosto de 1988.

En enero de 1988 el primer departamento del Ministerio de la Mujer fue establecido en la Asociación de Oregon en la División Norteamericana con Ruthie Jacobson como directora de tiempo completo.

En octubre de 1990, el Concilio Anual aceptó la recomendación del Presidente de la Asociación General,  Robert S. Folkenberg, de establecer una oficina de Ministerio de la Mujer en la Asociación General con el propósito de “fomentar el Ministerio por mujeres y para las mujeres en la iglesia mundial.

Poco después de que la Oficina de Ministerio de la Mujer de la Asociación General se estableció, fue nombrado El Consejo Mundial de Ministerio de la Mujer constituido por 30 miembros representando a más de 18 diferentes culturas y grupos étnicos. Se reúne cada cuatro meses. Las directoras son miembros de la Junta de la Asociación General.

La misión de la Oficina del Ministerio de la Mujer de la Asociación General es sostener, motivar y desafiar a las mujeres Adventistas como discípulos de Cristo Jesús y exaltarlo a El. Específicamente,  la misión es elevar a las mujeres como personas de inestimable valor en Cristo, profundizar en su fe, construir redes de trabajo entre mujeres y desarrollar vínculos de amistad, apoyando a la mujer joven, al dirigir perspectivas a los asuntos que enfrenta la iglesia mundial, expandir avenidas de un dinámico servicio cristiano para las mujeres y desafiar a cada mujer adventista con su potencial para complementar los dones dadas a otras y a trabajar hombro a hombro en adelantar la misión global de la iglesia.

La participación más grande de las mujeres en el liderazgo de la iglesia se agrupa alrededor de 1915 (muerte de Ellen G. White). Los patrones cambiantes de los roles de las mujeres en el liderazgo indican una creciente participación desde 1900, aproximadamente, hasta principios de 1940 en donde ocurre un claro declinar. Los registros indican que no había casi mujeres en puestos de liderazgo sino hasta 1985. Las estadísticas reflejan la lenta re-expansión del papel de la mujer dentro de la iglesia. En 1970, 17 mujeres sirvieron en puestos administrativos de la Asociación General, División Norteamericana, y niveles de unión y asociación. En 1991 había 131.

Muchas mujeres, demasiadas en número para mencionarlas por nombre, han sido pioneras y con gran visión en ayudar a levantar la iglesia, laborando y desempeñándose en áreas tan diversas como publicaciones, trabajo del hogar misionero, Escuela Sabática, administración, finanzas, medicina, educación, evangelismo y en ministerios pastorales. Cada una ha contribuido con una diferencia significativa a  la iglesia ayudando a hacer de ella lo que es hoy en día. Las mujeres han tomado el consejo del libro El Evangelismo, página 469, seriamente, “Cuando un gran y decisivo trabajo es hecho, Dios escoge hombres y mujeres que lo desempeñen. Y se sentirá la pérdida si los talentos de ambos no están combinados”. El Señor tiene un trabajo para las mujeres así como para los hombres... pueden hacer en familias el trabajo que hombres no pueden hacer, un trabajo que llegue hasta lo íntimo de la vida.
Pueden acercarse a los corazones de aquellos a quienes los hombres no pueden llegar. Su labor es necesaria”. Ministerio de la Bondad, página 245.